En la primera parte del post sobre el origen del papel vimos que el papel surgió en China en el siglo II a.C. y que fueron los árabes, los que siglos después, lo introdujeron en Europa a través de la Península Ibérica. También comentamos el proceso de fabricación del papel en los molinos de agua de Europa, usando como materia prima trapos viejos de lino, cañamo o algodón.
Pues bien, en este post vamos a ir un poco más adelante en el tiempo y vamos a hablar sobre la mecanización del proceso de fabricación del papel y de los nuevos aditivos utilizados en el proceso. Todo lo cual trajo consigo la perdida de calidad en el papel, ya que el papel así producido era más frágil, friable (se desmenuza fácilmente) y ácido.
LA INDUSTRIALIZACIÓN EN LA FABRICACIÓN DEL PAPEL
A finales del siglo XVIII Nicolas Louis Robert inventó la maquina de fabricación de papel continuo. Posteriormente los hermanos Fourdrinier la mejoraron y comercializaron.
De esta forma empieza la mecanización de la fabricación del papel, pero también la perdida de calidad del papel. El papel artesanal ha demostrado que puede perdurar mas de 700 años, a diferencia del industrial que presenta una gran inestabilidad química y una esperanza de vida relativamente corta.

El proceso se basa en el uso de tamices continuos (sin fin), soportados por rodillos y llevados en un movimiento rectilineo horizontal sobre los recipientes de pulpa. La pulpa se deposita sobre ellos, en una suspensión muy diluida, cediendo agua por la presión de los rodillos. El papel resultante tiene un espesor mucho más regular y uniforme que el papel fabricado artesanalmente.